RICARDO PALMA DESMIENTE PUBLICAMENTE
AL CORONEL CHILENO: JOSE DE LA CRUZ SALVO
Recordemos que el 05 Junio 1879, el Jefe del Ejercito Chileno acantonado al pie del Morro de Arica, envía como emisario al Mayor ECH Jose de la Cruz Salvo, para entrevistarse y ofrecerle la rendición de la Plaza de Arica al Comandante : Francisco, BOLOGNESI CERVANTES, quien luego de reunirse con sus Oficiales, le expresa al Oficial Chileno : "TENGO DEBERES SAGRADOS Y LOS CUMPLIRÉ QUEMANDO EL ULTIMO CARTUCHO"
AL CORONEL CHILENO: JOSE DE LA CRUZ SALVO
RICARDO PALMA SORIANO
Recordemos que el 05 Junio 1879, el Jefe del Ejercito Chileno acantonado al pie del Morro de Arica, envía como emisario al Mayor ECH Jose de la Cruz Salvo, para entrevistarse y ofrecerle la rendición de la Plaza de Arica al Comandante : Francisco, BOLOGNESI CERVANTES, quien luego de reunirse con sus Oficiales, le expresa al Oficial Chileno : "TENGO DEBERES SAGRADOS Y LOS CUMPLIRÉ QUEMANDO EL ULTIMO CARTUCHO"
Terminada la Guerra del Pacifico el 20 Octubre de 1883, dos años después en 1885, el ya Coronel Chileno: Jose de la Cruz Salvo, publica en El Mercurio de Valparaíso, un artículo en el cual intenta rectificar lo escrito por don Ricardo Palma, afirmando que la frase "Tengo deberes sagrados y los cumpliré quemando el último cartucho", es una frase vulgar e inventada por nuestro gran escritor.
En respuesta a esta infamia (las infamias son algo normal en los chilenos), Ricardo Palma le responde a través de un artículo espléndido, en el que cita sus fuentes; pero, quiero reproducir los párrafos finales, para deleite de quien tenga tiempo de leerlos:
... Y a propósito, y por vía de ampliación, quiero terminar refrescando la memoria del señor coronel Salvo, con la copia de unas pocas líneas de la página 1125, tomo III de la Historia de la guerra del Pacífico, por Benjamín Vicuña Mackenna, volumen impreso en Chile a fines de 1881.
Dice así el historiador chileno:
«Llegado el parlamentario a la presencia del jefe de la plaza, la conferencia fue breve, digna y casi solemne de una y otra parte. Entablose el siguiente diálogo, que conservamos en el papel desde una época muy inmediata a su verificación, y que, por esto mismo, fielmente copiamos: -Lo oigo a usted, señor -dijo Bolognesi con voz completamente tranquila. -Señor -contestó Salvo-, el general en jefe del ejército de Chile, deseoso de evitar derramamiento inútil de sangre, después de vencido en Tacna el grueso del ejército aliado, me envía a pedir la rendición de esta plaza, cuyos recursos, en hombres, víveres y municiones, conoce. -Tengo deberes sagrados y los cumpliré quemando el último cartucho. -Entonces está cumplida mi misión -dijo el parlamentario levantándose, etc., etc.».
En la página 1127 pone el señor Vicuña Mackenna una que, a la letra, dice: «la intimación de Arica me fue referida por el mayor Salvo a los pocos días de su llegada a Santiago, en junio de 1880, conduciendo en el Itata a los prisioneros de Tacna y del Morro, y la hemos conservado con toda la fidelidad de un calco».
Ya verá el señor Coronel Salvo que yo no he escrito un romance, ni dado pábulo a mi fecunda imaginación, como tiene la amabilidad de afirmarlo en su artículo rectificatorio. Si Bolognesi no pronunció la vulgaridad de quemaré el último cartucho en tal caso, ateniéndonos a Vicuña Mackenna y desdeñando otros informes y documentos oficiales, sería el mismo coronel Salvo, y no yo, el inventor de esa (para mí y para el sentimiento patriótico de los peruanos) bellísima y épica vulgaridad.
Después de tan bellas y contundentes líneas, nada más puedo agregar en este aniversario de la Batalla de Arica...
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS
Historia de la Guerra del Pacifico, Tomo III, Pag.1125, Benjamin Vicuña Mackenna, Chile 1881.
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